Un tipo muy perezoso
instruye a otro sobre cómo usar un aparato que recientemente ha sido lanzado al
mercado y le habla sobre sus características. Aunque ese otro escucha con
atención, no se entera de mucho dado que el primero omite demasiada
información, apenas se le entiende al hablar, bla, bla, bla… Y al final, cuando
el interesado pregunta algo como “pero… ¿para qué sirve exactamente? ¿Hace algo más que eso?” El vago le responde
que sí, pero que le eche imaginación al resto, y acto seguido se acuesta porque ya ha gastado cantidades inusuales de energía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario